jueves, 9 de abril de 2009


Francisco Javier:
nos admira, casi nos abruma, tu infatigable entrega,
tu dedicación absoluta al anuncio de Jesucristo.
La fuerza de Dios, el amor encendido de Dios,
se apoderaron de ti y te transformaron.
Francisco Javier:
ayúdanos a vivir ese amor,
esa pasión por el Evangelio,
esa fidelidad siempre dispuesta
a dar nuevos pasos.

ORACIÓN COMPUESTA Y REZADA POR EL SANTO

Eterno Dios, creador de todas las cosas acordaos que habéis creado las almas de los infieles y pecadores, haciéndolas a imagen y semejanza vuestra. Mirad, Señor, cómo se llena de ellas el infierno, y no olvidéis que Jesucristo, vuestro Hijo, derramó toda su sangre y padeció tanto por salvarlas. No permitáis que vuestro Hijo y Señor Nuestro sea por más tiempo menospreciado por los infieles y pecadores, sino que, aplacados por las oraciones de las almas justas y de la Iglesia, esposa de vuestra santísimo Hijo, moveos a piedad, y olvidando su idolatría, infidelidad y malicia, haced que conozcan a este mismo Jesucristo, y de corazón le amen, el cual es nuestra vida y resurrección, por quien hemos sido redimidos y libertados, y a quien sea gloria por los siglos de los siglos. Así sea.