jueves, 9 de abril de 2009


Francisco Javier:
nos admira, casi nos abruma, tu infatigable entrega,
tu dedicación absoluta al anuncio de Jesucristo.
La fuerza de Dios, el amor encendido de Dios,
se apoderaron de ti y te transformaron.
Francisco Javier:
ayúdanos a vivir ese amor,
esa pasión por el Evangelio,
esa fidelidad siempre dispuesta
a dar nuevos pasos.

No hay comentarios: