lunes, 28 de abril de 2008

QUIERO QUE ME PERDONES


¿Te resulta familiar? En caso afirmativo, eres como muchos niños que a veces discuten con sus amigos y familiares. Admitámoslo -no siempre es fácil llevarse bien con los hermanos, los padres y los amigos. Nadie es perfecto, y todos hacemos a veces cosas que nos hacen meternos en problemas. Aprender a pedir perdón puede ayudarnos mucho.

Pedir perdón es lo mismo que disculparse. Al pedir disculpas, una persona está diciendo que siente o le sabe mal el daño que ha causado, incluso aunque no lo haya hecho a adrede. Cuando una persona se disculpa, también puede añadir que intentará enmendarse en el futuro. Asimismo, la disculpa también puede ir acompañada de una promesa de reparar o sustituir lo que se ha roto, o la persona se puede retractar de algo que ha dicho.

¿Qué efecto tiene?
Cuando le pides perdón a alguien -y lo haces sinceramente- significa que te has detenido a pensar en cómo puede haberse sentido esa persona por algo que tú has dicho o hecho. Cuando te detienes a pensar en los sentimientos de otra persona, empieza a saberte mal tu comportamiento. Y, si has hecho algo que sabías que estaba mal, es posible que hasta te avergüences de ello.

Incluso aunque lo que ha ocurrido haya sido un accidente o lo hayas hecho sin querer, probablemente te seguirá sabiendo mal haber herido los sentimientos de otra persona. Después de disculparte, es posible que te sientas un poco mejor (lo que probablemente también le ocurrirá a quien reciba tus disculpas). Cuando una persona pide disculpas con tacto, lo más probable es que se sienta mejor por haber intentando arreglar las cosas.
Cuando pidas disculpas a alguien, es posible que esa persona también se disculpe contigo. Por ejemplo, te puede decir: "No tiene importancia. Yo también lo siento. No debería haberme metido contigo". Y es posible que luego volváis a ser tan amigos como antes.

Pedir perdón cuando uno necesita hacerlo es lo correcto. Disculparse es una buena cosa. Pero, en sí, puede no bastar para que todo vuelva a ser como antes. A veces, junto con la disculpa, la persona necesita reparar el error o decir que intentará no volverlo a hacer nunca más. A veces, tener un detalle con la persona después de disculparte ayuda a hacerle ver que lo sientes realmente y quieres volver a ser su amigo.

A veces, un "lo siento" sincero lo arregla todo inmediatamente. Otras veces, una persona puede tardar cierto tiempo después de recibir tus disculpas en sentirse tan cerca de ti como antes. Tal vez tengas que darle tiempo. Incluso después de haber pedido perdón, es posible que siga sabiéndote mal lo que dijiste o hiciste -pero podrás estar satisfecho por haberte disculpado y haber tomado la decisión de mejorar.

Cuando alguien te pida perdón por algo, es posible que no te sientas con ganas de volver a ser su amigo inmediatamente. También es posible que, si una persona que se ha portado mal contigo repetidamente no cambia, dejes de querer ser su amigo. Tal vez encuentres un alivio por el hecho de que esa persona se te haya disculpado -y te alegres de que, por lo menos, se haya dado cuenta de que se portó mal contigo. Pero, si sigue hiriendo tus sentimientos o comportándose de un modo que te hace daño, es posible que las cosas nunca vuelvan a ser como antes. El mero hecho de que una persona se disculpe contigo no significa que estés obligado a volver a ser su amigo. Eso es algo que sólo depende de ti.