Un templo tan transgresor con las tradiciones constructivas cacereñas no podía sino contar con un retablo absolutamente rompedor con el churriguerismo que entonces se estilaba en la ciudad y aún en Extremadura.
Se trata de una obra encuadrada dentro del barroco clacisista con algunos resabios rococó. Se data en 1752, aunque se desconoce el autor.
El cuadro de altar se trata de 'El Milagro del Cangrejo' del napolitano Paolo de' Matteis. El encargo del Colegio Imperial de Madrid de una serie de cuadros sobre la vida de San Francisco Javier en 1692 es una referencia útil para la historia del cuadro cacereño.
Las imágenes que lo flanquean son San Francisco de Borja, San Luis Gonzaga, San Bernardo de Claraval y San Francisco de Asís. De los últimos se ha supuesto que podrían proceder del Convento de San Francisco, pero se ajustan a las hornacinas perfectamente y no desentonan con el resto del retablo.
Finalmente una Asunción de la Virgen corona este monumental retablo.
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